¿Porque me gustan las PDAs?
Creo que es prudente comenzar este nuevo espacio dando a conocer el porque me gustan tanto las PDAs y en general los dispositivos móviles:
Todo comenzó cuando al entrar a la Universidad a cursar mis estudios superiores, las obligaciones y responsabilidades, se incrementaron de manera muy sensible. No se si afortunada o desafortunadamente, antes de entrar a la Universidad, mi única obligación era ESTUDIAR.
Afortunadamente, tenía a mi lado a una gran persona que era mi madre (Q.E.P.D), que velaba por que yo cumpliera con dicha obligación, me recordaba sobre exámenes, deberes, investigaciones, etc. Todo esto cambió en cuanto empecé la etapa Universitaria…. Primero porque en ese año (1987), ya era mayor de edad, segundo porque sería ridículo depender de la familia; y tercero, porque a esa edad, sentimos que nos comemos el mundo a puños y que podemos hacer las cosas por nosotros mismos y sin la ayuda de nadie… En la época pre-universitaria, siempre contaba con un cuaderno que hacía las veces de agenda y dicho cuaderno servía para todo, menos para apuntar lo que tenía que hacer en cuanto a las obligaciones escolares, y así fué como muchos deberes, no fueron completados…. Pero no importaba, los maestros si bien, eran exigentes en cuanto a que aprendiéramos, no eran tan rígidos en cuanto a completar deberes.
Llegando a la universidad, las cosas eran bastante más serias, tenías enfrente a catedráticos muy reconocidos, la carga de trabajo escolar era más pesada, el estudio se tenía que hacer con mucho más detenimiento y concentración y no me podía dar el lujo de perderme de nada, tenía que apuntar absolutamente todo. Otra vez, un nuevo cuaderno apareció y éste fué mi agenda durante varios años. Pero como es de suponerse, al no tener una estructura de Agenda, siempre me perdía, no sabía donde estaba escrito lo que necesitaba hacer, en pocas palabras, todo un desastre.
Después de 1 año de haber comenzado mi carrera universitaria, decidí que tenía que ser más organizado y la única manera de hacerlo era adquiriendo una Agenda de papel tradicional, si, como las que todos nosotros conocemos. Si, aquella que tiene organizado por semana todo el año, aquella que cuenta con un espacio para apuntar direcciones y números telefónicos, en fin, algo que “supuestamente” me ayudaría a mi organización personal.
Realmente me ayudó bastante, pero no en la medida que yo deseaba/necesitaba. Simplemente porque no tenía el espacio suficiente para escribir, o tenía que borrar lo previamente escrito…
En fin, ya saben, todo aquello que implica depender de una Agenda de Papel.
Desgraciadamente, así tuve que sobrevivir durante el período estudiantil y parte de la época en la que comencé a trabajar, ya que al menos en México, en esa época no existía nada parecido a lo que hoy conocemos como un Asistente Personal digital. Todo esto cambió desde la segunda mitad de la década de los 90’s, donde comenzamos a ver dispositivos más pequeños que la palma de la mano, donde podíamos almacenar todo tipo de información que nos ayudaría a organizarnos en nuestra vida diaria, tanto en el plano personal, como en el profesional.
Y era una MARAVILLA, ya que en un dispositivo un poco más grande que un cassette de audio, podíamos almacenar nuestras citas, tener a todos nuestros contactos, escribir notas… Y lo mejor de todo, era que nos avisaba por medio de una alarma la proximidad de una cita… Ya no tenía la necesidad de depender de un ladrillazo enorme y que estaba lleno de rayones; y así, todo comenzó a ser más sencillo.
Y, afortunadamente conforme ha pasado el tiempo, esos dispositivos que comenzaron siendo sumamente básicos, han evolucionado de tal forma que ahora podemos hacer infinidad de cosas que antes eran impensables. Principalmente es por eso que me gustan las PDAs, a raíz de la aparición de las PDAs, por primera vez en mi vida, pude ser un poco más organizado y adquirí el hábito de llevar control de mi tiempo gracias a una PDA…
Me atrevo a afirmar que, a estas alturas de mi vida, sería practicamente imposible sobrevivir sin una PDA a mi lado....
¿Será cierto? No lo quiero ni averiguar... Mi PDA es para mi, una necesidad...
Todo comenzó cuando al entrar a la Universidad a cursar mis estudios superiores, las obligaciones y responsabilidades, se incrementaron de manera muy sensible. No se si afortunada o desafortunadamente, antes de entrar a la Universidad, mi única obligación era ESTUDIAR.
Afortunadamente, tenía a mi lado a una gran persona que era mi madre (Q.E.P.D), que velaba por que yo cumpliera con dicha obligación, me recordaba sobre exámenes, deberes, investigaciones, etc. Todo esto cambió en cuanto empecé la etapa Universitaria…. Primero porque en ese año (1987), ya era mayor de edad, segundo porque sería ridículo depender de la familia; y tercero, porque a esa edad, sentimos que nos comemos el mundo a puños y que podemos hacer las cosas por nosotros mismos y sin la ayuda de nadie… En la época pre-universitaria, siempre contaba con un cuaderno que hacía las veces de agenda y dicho cuaderno servía para todo, menos para apuntar lo que tenía que hacer en cuanto a las obligaciones escolares, y así fué como muchos deberes, no fueron completados…. Pero no importaba, los maestros si bien, eran exigentes en cuanto a que aprendiéramos, no eran tan rígidos en cuanto a completar deberes.
Llegando a la universidad, las cosas eran bastante más serias, tenías enfrente a catedráticos muy reconocidos, la carga de trabajo escolar era más pesada, el estudio se tenía que hacer con mucho más detenimiento y concentración y no me podía dar el lujo de perderme de nada, tenía que apuntar absolutamente todo. Otra vez, un nuevo cuaderno apareció y éste fué mi agenda durante varios años. Pero como es de suponerse, al no tener una estructura de Agenda, siempre me perdía, no sabía donde estaba escrito lo que necesitaba hacer, en pocas palabras, todo un desastre.
Después de 1 año de haber comenzado mi carrera universitaria, decidí que tenía que ser más organizado y la única manera de hacerlo era adquiriendo una Agenda de papel tradicional, si, como las que todos nosotros conocemos. Si, aquella que tiene organizado por semana todo el año, aquella que cuenta con un espacio para apuntar direcciones y números telefónicos, en fin, algo que “supuestamente” me ayudaría a mi organización personal.
Realmente me ayudó bastante, pero no en la medida que yo deseaba/necesitaba. Simplemente porque no tenía el espacio suficiente para escribir, o tenía que borrar lo previamente escrito…
En fin, ya saben, todo aquello que implica depender de una Agenda de Papel.
Desgraciadamente, así tuve que sobrevivir durante el período estudiantil y parte de la época en la que comencé a trabajar, ya que al menos en México, en esa época no existía nada parecido a lo que hoy conocemos como un Asistente Personal digital. Todo esto cambió desde la segunda mitad de la década de los 90’s, donde comenzamos a ver dispositivos más pequeños que la palma de la mano, donde podíamos almacenar todo tipo de información que nos ayudaría a organizarnos en nuestra vida diaria, tanto en el plano personal, como en el profesional.
Y era una MARAVILLA, ya que en un dispositivo un poco más grande que un cassette de audio, podíamos almacenar nuestras citas, tener a todos nuestros contactos, escribir notas… Y lo mejor de todo, era que nos avisaba por medio de una alarma la proximidad de una cita… Ya no tenía la necesidad de depender de un ladrillazo enorme y que estaba lleno de rayones; y así, todo comenzó a ser más sencillo.
Y, afortunadamente conforme ha pasado el tiempo, esos dispositivos que comenzaron siendo sumamente básicos, han evolucionado de tal forma que ahora podemos hacer infinidad de cosas que antes eran impensables. Principalmente es por eso que me gustan las PDAs, a raíz de la aparición de las PDAs, por primera vez en mi vida, pude ser un poco más organizado y adquirí el hábito de llevar control de mi tiempo gracias a una PDA…
Me atrevo a afirmar que, a estas alturas de mi vida, sería practicamente imposible sobrevivir sin una PDA a mi lado....
¿Será cierto? No lo quiero ni averiguar... Mi PDA es para mi, una necesidad...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario